Los trastornos motores impiden el desarrollo normal de los niños con discapacidades motoras. Dentro de sus problemas se encuentran las alteraciones a nivel sensorial, falta en su control postural, equilibrio y coordinación, entre otros.
Cada niño lleva un ritmo de desarrollo y aprendizaje diferente. Lo que se busca es darle mayores habilidades.
Trabajar la propiocepción en el balón hace que los niños realicen hábilmente los movimientos logrando beneficios como el mejoramiento del tono muscular, inhibir patrones, fortalecimiento de tronco así como los miembros superiores e inferiores, además del uso del balón terapéutico.
Cabe destacar que este elemento despierta una intensa curiosidad y genera una atracción natural hacia el juego, lo que le facilita a los especialistas la terapia con los niños.
Dayinel Franco
Fisioterapeuta